Premios Príncipe de Asturias 1981–2014. Discursos

3 Premiados. Fragmentos P remios P ríncipe de A sturias 1981–2014. D iscursos El acnur encarna la preocupación y la cooperación de la comunidad internacional con la causa de los refugiados. Creado en 1951 para resolver lo que se consideró un problema residual de refugiados en Europa, sus objetivos y actividades han evolucionado al compás del dramático incremento, en número y alcance, del problema de los refugiados, que se ha extendido desde Europa a África, Asia, América Latina y Oriente Medio. La importancia de la cooperación internacional nunca ha sido mayor, la necesidad de solidaridad jamás ha sido tan fuerte como ahora. Los profundos cambios políticos vividos en los dos últimos años anuncian el fin de muchos conflictos y auguran soluciones concretas al problema de millones de refugiados. Al mismo tiempo, otras nubes oscurecen el horizonte. Solamente durante este año, encontramos desafíos sin precedentes al enfrentarnos a súbitos y numerosos movimientos de población en el Golfo Pérsico y el Cuerno de África. Se temen nuevos desplazamientos originados por tensiones nacionalistas, étnicas y religiosas; existe una fundada preocupación por la migraciones producidas por la brecha entre países ricos y países pobres, en un mundo donde las distancias se han reducido gracias a los avances de las tecnologías. La libre circulación de personas, que fue hilo conductor de los cambios políticos en el Este, se ha convertido en fuente de preocupación, cuando no de temor, en muchos foros de Occidente. Los países occidentales se enfrentan a un importante dilema: ¿cómo preservar los principios de los derechos humanos y las tradiciones humanitarias, cómo respetar el principio de asilo, cómo tratar humanamente a aquellos que intentan emigrar, sin poner en peligro la seguridad y la estabilidad de sus sociedades? La respuesta a ese dilema podría dar cuerpo al nuevo orden mundial emergente. (…) Es evidente que las causas de los movimientos de refugiados se vinculan, en última instancia, a conflictos políticos y a la violación de los derechos humanos. La democracia y los derechos humanos son elementos esenciales a las perspectivas de desarrollo y los tres juntos —es decir, democracia, derechos humanos y desarrollo—pueden crear condiciones que modifiquen la calidad de vida de los pueblos, de modo que no se vean obligados a desplazarse. La responsabilidad y la capacidad para crear tales condiciones la tienen los gobiernos. En un momento en que los estados adoptan posturas cada vez más firmes frente a problemas globales, la eliminación de las causas que originan los movimientos de refugiados debe colocarse entre las prioridades de la agenda política. Sadako Ogata, en representación del acnur — Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional 1991 Sadako Ogata fue Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Refugiados de 1991 a 2001. — Fragmento del discurso ofrecido con motivo de la entrega del Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional el 18/10/1991.

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