Premios Príncipe de Asturias 1981–2014. Discursos
8 O viedo | T eatro C ampoamor | 27 de octubre de 1995 muestran ese punto en que la cultura catalana se funde con el espíritu mediterráneo y el ser español. Las idas y venidas de esos tres autores estudiados por Batllori, por las orillas e islas del mar común, su afán de ciencia indomable, de espiritualidad mística, de agudeza, discreción e ingenio, pueden ser unas coordenadas excelentes para valorar con justicia el trabajo historiográfico y literario del autor que hoy completa sus galardones con el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales. El profesor Joaquím Veríssimo Serrão es un alto historiador de múltiples variantes. Es un es- tudioso de la Edad Media y un riguroso investigador de los tiempos modernos. Ha realizado una gran tarea para esclarecer la historia de Portugal y su proyección ultramarina, lo que le ha mereci- do dirigir durante muchos años los destinos de la Academia Portuguesa de la Historia. Aparte de la larga nómina de sus propias publicaciones, orientó y acogió a los mejores historiadores nacionales y extranjeros que tenían algo que decir sobre Portugal. Pero el profesor Veríssimo también dirigió especialmente su mirada a España. Nadie ha hecho tanto como él por acercar a los historiadores lusitanos y españoles. Como presidente de la Aca- demia Nacional de la Historia de Portugal, ha volcado todo su prestigio en la profundización de las relaciones entre ella y nuestra Real Academia de la Historia. Al igual que nuestro Miguel de Unamuno, Veríssimo Serrão piensa que «es una obra de amor y de cultura hacer que Portugal y España se conozcan mutuamente. Porque conocerse es amarse». Los filósofos, como tantas veces se ha dicho, con razón, elaboran pensamiento, la energía más sutil y necesaria de cuantas existen. Y, entre nosotros, la figura indudable de referencia para varias generaciones de españoles es la del filósofo y profesor de ética José Luis López Aranguren, Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades. En la vida y la obra del profesor Aranguren brillan sus apor- taciones intelectuales a la vez que destaca su personalísimo ta- lento. Ese talento, esa inteligencia activa de las cosas y las situa- ciones, le ha obligado durante su larga trayectoria a ocupar la fila normalmente reservada a la juventud. Su talento intelectual y su forma de vivirlo constituyen una personalísima síntesis de independencia e inconformismo. Gracias a su trabajo, energía y estilo vital, tienen las letras españolas un eslabón espiritual ne- cesario, mayor riqueza de contenidos y un ejemplo para todos de ciudadanía bien ejercida. La Agencia efe, que ha sido también galardonada con el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades, es una de las grandes agencias internacionales de noticias y la primera de origen y habla hispanos por su volumen informativo, por su desarrollo tecnológico y por el número de sus abonados. A lo largo de su medio siglo de existencia, efe ha visto realizado el viejo anhelo de contar en español la historia cotidiana del mundo, para lo que dispone de redacciones propias en las princi- pales capitales y en todos y cada uno de los países de Europa y América. Su implantación en los cinco continentes garantiza una cobertura informativa autónoma y constituye, a la vez, un instrumento incomparable de defensa de la unidad del idioma a ambos lados del Atlántico, compitiendo, no pocas veces con éxito, con los colosos internacionales de la información. Sus periodistas se han ganado un merecido prestigio al informar con veracidad, obje- tividad, rigor y sentido ético y por tener a la libertad y a la independencia como valores supremos de su misión. En Iberoamérica, de modo especial, se han destacado por difundir la riqueza moral y material de sus pueblos y por haber sido, cuando las circunstancias lo requirieron, solidarios con sus luchas por el estado de derecho y la democracia. El Premio Príncipe de Asturias de los Deportes ha sido concedido a la argelina Hassiba Boul- merka. La significación del deporte es aún más alta cuando su noble ejercicio viene resaltado por los valores humanos de quienes lo practican. El reconocimiento a esta singular atleta responde muy bien al sentido central que tiene este premio, que es el de concebir el deporte como una lucha del deportista por superarse moralmente a sí mismo. «Expreso también, una vez más, mi gratitud a nuestros patronos, así como a las autoridades y al creciente número de personas que contribuyen a que estos premios sean, ante todo, una gran obra de los españoles unidos.»
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