Premios Príncipe de Asturias 1981–2014. Discursos

10 O viedo | T eatro C ampoamor | 24 de octubre de 2003 El mítico Tour de Francia ha sido, sobre todo para nosotros los españoles, de gran importancia social, pues en años difíciles significó una ventana abierta a Europa, un medio de contacto con otras gentes, con otra geografía y con otras culturas. Esa importancia que el Tour ha tenido para nuestro país se ha debido, también y en gran medida, a los grandes ciclistas españoles que en él han participado. A lo largo de los años, varios de ellos nos han regalado la belleza de su esfuerzo, su talento deportivo y su ilusión. Y también la inteligencia de su trabajo en equipo, porque el deporte correc- tamente ejercido significa sentido de la amistad, colaboración y solidaridad entre los pueblos y, particularmente, entre los deportistas de todos los países. Siempre nos conmueve la presencia de los ganadores de nuestros premios en este escenario, pero la de los ciclistas que hoy nos acompañan nos parece especialmente entrañable y parte de nuestras propias ilusiones, nos emociona de manera especial. Por eso deseamos que su esfuerzo y su tesón sigan siendo un ejemplo para el deporte que practican los más jóvenes. También la juventud es un valor prioritario que debemos destacar en el Premio de las Artes de este año, concedido al pintor mallorquín Miquel Barceló. Juventud, trabajo infatigable e incues- tionable originalidad creadora son las bases sobre las que se asienta la actividad de esta figura de nuestras artes, que ha brillado con luz propia ya desde sus comienzos. Nos alegra que nuestros premios no solo reconozcan las obras que son fruto de una vida dilatada, sino que también se arries- guen a poner de relieve las que brotan del impulso creador de la juventud; y que un artista de la talla de Barceló haya merecido la fama y los honores no en función de sus muchos años de traba- jo, sino por el valor estético de sus obras. La actividad creadora de Miquel Barceló nace en unos momentos muy críticos para el arte internacional, en los que es difícil conjugar la vanguardia con la tradición, lo permanente con lo efímero. En esta encrucijada, Barceló, infatigable, ha buscado múlti- ples caminos para desplegar su talento: la pintura, la escultura, el dibujo, la cerámica o el vidrio. Como han dicho los más agu- dos expertos, su obra participa de todos estos medios con unos trazos siempre en los límites, llenos de riesgo e inspiración, con una materia en continua metamorfosis y, al mismo tiempo, con colores muy nuevos. El resultado es una obra personalísima, ajena a los postulados de grupo o generacio- nales y en continuo proceso de investigación. A Barceló el trabajo tenaz le conduce a hallazgos incesantes porque sabe que el verdadero artista siempre se encuentra, a la hora de la creación, y así nos lo ha dicho, «en un continuo aprendizaje», «en los orígenes». Es esta fidelidad al origen, a unas raíces que en él tienen nombre propio —el de su isla de Ma- llorca y, por extensión, el de todo el mundo mediterráneo—, la que hace germinar su pintura con una gran fertilidad. La escritora británica Joanne Kathleen Rowling ha sido galardonada con el Premio de la Con- cordia. Alguien dijo una vez que el que escribe en el alma de un niño escribe para siempre. Rowling lo ha conseguido con las aventuras del personaje nacido de su genialidad creadora, del mágico Harry Potter, leídas sobre todo por millones de niños, en los que hemos visto despertarse la her- mosa pasión por la lectura, olvidada con penosa frecuencia. Niños de etnias y culturas distintas que, a través de sus páginas, han quedado unidos por los lazos invisibles y perdurables de la afición común, la fantasía y el deseo de saber. Sin más compañía que la de sus sueños, esos sueños sin los cuales la mente y el alma humanas no podrían subsistir, y dotada de una poderosa imaginación, Rowling entremezcla en sus libros, con fascinante eficacia narrativa, la mejor tradición de la literatura infantil y de aventuras con el aliento a valores imprescindibles, como los de la solidaridad, el compañerismo y la lealtad. Harry Potter, un héroe solitario y sensible, ha devuelto a muchos niños y jóvenes la alegría de vivir en el mundo de la imaginación, les ha proporcionado un medio infalible para huir del aburrimiento y «El deporte correctamente ejercido significa sentido de la amistad, colaboración y solidaridad entre los pueblos y, particularmente, entre los deportistas de todos los países.»

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