Premios Príncipe de Asturias 1981–2014. Discursos
11 P remios P ríncipe de A sturias 1981–2014. D iscursos pasado. Porque el caudal de progreso que hemos conseguido con el empuje de todos, especialmente en las últimas décadas, jamás lo había alcanzado España en tantos ámbitos. Sintámonos, pues, orgullosos de lo mucho y bueno que juntos hemos hecho. Pero no solo compartimos historia. Compartimos intereses y valores comunes; tenemos una misma voluntad de pertenecer a Europa, de ser Europa. Y sobre todo, compartimos sentimientos. Los españoles ya no somos rivales los unos de los otros. Somos protagonistas de un mismo camino. Y estoy convencido de que la comprensión, la consideración, el afecto y el respeto mutuos son sentimientos arraigados en el corazón de los españoles y compartidos de norte a sur y de este a oeste de nuestro territorio. Y todos esos sentimientos, ni los debemos olvidar nunca, ni mucho menos perder. Al contrario, los tenemos que preservar y alimentar. Valoremos también lo que estamos haciendo—con un enorme sacrificio y esfuerzo por parte de muchos españoles—, para superar todos juntos una de las crisis económicas más profundas de nuestra historia reciente. Y seamos conscientes de que, como cualquier sociedad avanzada, debemos afrontar nuestro futuro con la fortaleza que nos exige un mundo distinto al que hemos conocido; un mundo que camina hacia una mayor integración y no al contrario. Es un futuro complejo, claro que sí; pero lleno de nuevas oportunidades. Ese es uno de los grandes retos que tenemos como país. Trabajemos pues —como también señalé el pasado 19 de junio—, cada uno con su propia personalidad, en un proyecto integrador, sentido y compartido por todos, y que mire siempre hacia adelante. Sigamos, en fin, el viejo consejo de Unamuno: «Haced riqueza, haced patria, haced arte, haced ciencia, haced ética». Palabras sabias que deben resonar con esa fuerza con la que han resistido, sin envejecer, el paso del tiempo. Señoras y señores: Nuestros premiados son el mayor patrimonio de nuestra Fundación. Son personas e institu- ciones convencidas de que con valentía, con honradez y con generosidad, se pueden alcanzar las metas más difíciles. Son, en fin, personas e instituciones que viven entregadas a los demás, a todos nosotros. Hoy les reconocemos sus méritos y el valor de sus obras. Pues, como afirmaba nuestro querido Vicente Ferrer, hacer el bien sirve para llenar una vida. Hacer el bien a los demás, señoras y señores, sirve para darle sentido a una vida. Muchas gracias. «Pero no solo compartimos historia. Compartimos intereses y valores comunes, tenemos una misma voluntad de pertenecer a Europa, de ser Europa.»
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