Premios Príncipe de Asturias 1981–2014. Discursos

P remios P ríncipe de A sturias 1981–2014. D iscursos 5 Discurso X Si es cierto que hay días importantes en la vida de cada ser humano, hoy es para mí uno de ellos. Porque si siempre esta entrañable ceremonia de entrega de los premios que llevan mi nombre tiene una significación especial, siento ahora que estoy viviendo un momento muy señalado al presidir este acto en el que tiene un protagonismo especial la representación de un pueblo. Un pueblo que se arraigó en el solar hispano e hizo florecer en él valores como la amistad, la tolerancia, la lealtad y el amor por el cultivo de las ciencias y las letras. La grandeza del mundo hispánico es inseparable de la diversidad cultural de sus componen- tes, y la de los sefardíes constituye, sin duda, parte entrañable de esta gran familia. Aun cuando tuvieron que abandonar su tierra en circunstancias dramáticas, supieron ser leales a ella, quizás esperando que llegase un día en que España fuera otra vez un solar de reencuentro para ellos. Desde el espíritu de concordia de la España de hoy, y como heredero de quienes hace quinien- tos años firmaron el Decreto de expulsión, yo los recibo con los brazos abiertos y con una gran emoción. Desde que el hombre está sobre la Tierra, el cambio y las convulsiones son partes inseparables de su mismo vivir. Pero el desarrollo de las nuevas tecnologías y el impulso de los avances en el conocimiento de la humanidad, ha acelerado, incluso hasta límites vertiginosos, el ritmo de los cambios. Tenemos aquí hoy a un protagonista excepcional del proceso de renovación que hace caer fron- teras, hermana los pueblos y transforma ideas y estructuras que hasta hace pocos meses parecían destinadas a perdurar mucho en el tiempo. Saludamos al Dr. Genscher, le agradecemos sus esfuerzos y su íntegra dedicación a este histórico proceso y le pedimos que transmita al pueblo alemán nuestra alegría por la unidad conseguida. El ejemplo y el testimonio personal de los demás premiados también constituyen para mí un estímulo de superación. Mi enhorabuena a Alfonso Sito Pons, que ha hecho compatible su esfuerzo de situar a España en los primeros lugares del motoci- clismo mundial con la promoción en las jóvenes generaciones de los más nobles valores del deporte. Mi reconocimiento a Arturo Uslar Pietri, maestro de las letras, de la comunicación y del pe- riodismo, en cuya extensa y profunda obra se contienen muchas de las claves para comprender el sentido y la identidad del mundo iberoamericano. Santiago Grisolía y Salvador Moncada representan el incansable trabajo del investigador, siem- pre callado y discreto, pero cuyos logros abren el camino a los mayores avances de la humanidad. A Rodrigo Uría, mi admiración por la trascendencia de su obra docente y por su imprescindi- ble legado doctrinal en el campo del derecho. Mi felicitación también a Antoni Tàpies, representante de la Cataluña abierta al mundo, in- novador de espacios estéticos y creador de mensajes plásticos que nos conmueven por su belleza. Quisiera, por último, dedicar un emocionado recuerdo a quienes, en las condiciones más difí- ciles, luchan contra la ignorancia y la injusticia. Ignacio Ellacuría, Ignacio Martín Baró, Segundo Montes, José Ramón Moreno, Amando López, Joaquín López y López, Alba Ramos y Cristina Ramos, todos ellos rindieron el tributo de su vida por tan noble objetivo. Miguel Francisco Estrada, nuevo rector de la Universidad José Simeón Cañas, de El Salvador, está hoy con nosotros y quiero en esta ocasión solemne testimoniarle mi apoyo para que continúe la obra de quienes le precedieron en tan difícil responsabilidad. «Todos los galardonados transmiten un mensaje de generosidad y de honestidad que trasciende fronteras, por lo que me honro con su compañía y me inspiro en su ejemplo.» Ver vídeo

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