Premios Príncipe de Asturias 1981–2014. Discursos

6 O viedo | T eatro C ampoamor | 18 de octubre de 1990 Todos los galardonados transmiten un mensaje de generosidad y de honestidad que trasciende fronteras, por lo que me honro con su compañía y me inspiro en su ejemplo. Precisamente, pensando en todos los que reciben hoy aquí estos premios, me gustaría hacer una reflexión sobre las preocupaciones que ocupan mi mente y sobre la misión a la que quiero en- tregarme como persona y como Heredero de la Corona de España. Porque pienso que entre todos debemos contribuir a la perfección de una España basada en la libertad y la justicia, el respeto a la pluralidad de verdades, la lucha contra la pobreza, la enfermedad y la ignorancia, la protección de la naturaleza y la creación de las condiciones necesarias para que, como en una ocasión dijo mi padre, el Rey, nuestra patria sea una «España prodigiosa en su capacidad creadora» en las artes, las ciencias y las letras. Al cumplirse diez años del nacimiento de la Fundación y del, para mí, inolvidable momento en que pronuncié, en este mismo escenario, el que fue mi primer discurso en público, quiero hacer un llamamiento a la colaboración general para que el camino ya emprendido, con tan excelentes resultados, hacia la extensión mundial de los premios que llevan mi nombre sea una meta que se haga más cercana con la ayuda del esfuerzo y la solidaridad de la sociedad española. Muchas gracias a todos los que han facilitado el camino recorrido por esta Fundación, a la que tan vinculado me siento. Muchas gracias a todos.

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