Premios Príncipe de Asturias 1981–2014. Discursos

P remios P ríncipe de A sturias 1981–2014. D iscursos 7 Discurso XXIV Convencido de que es posible un mundo menos amenazado, más tolerante y justo, y de que la vida es un regalo grandioso y una oportunidad única para hacer el bien, regreso a este querido Princi- pado de Asturias y a esta histórica ciudad de Oviedo, profundamente agradecido a quienes hacen posible estas horas de esperanza. Actos con la carga de autenticidad, simbolismo e ilusión como el que hoy nos reúne contribuyen a acercarnos a ese mundo siempre anhelado. La ceremonia de este año adquiere para mí un nuevo y emocionante significado, pues me acompaña por primera vez mi esposa, la Princesa de Asturias. A ella me uní hace hoy cinco meses; un paso ilusionado de ambos por construir un hogar, formar una familia y compartir el hermoso afán de servir a España con plena entrega, leales a nuestra historia y comprometidos con el futuro de nuestra sociedad. Comprenderán, por ello, lo cortas que se quedan las pa- labras, cómo se remueven mis sentimientos al expresar estas ideas y al recordar, al mismo tiempo, que la Princesa de Astu- rias ama profundamente a esta tierra por haber nacido en ella y por haber vivido aquí años decisivos e inolvidables junto a su familia y amigos. Pero nuestra felicidad, que la queremos también para todos, no nos hace olvidar las tristes pruebas a las que la vida colectiva nos enfrenta, muchas veces como consecuencia de la acción fanática e inhumana de grupos despojados de todo orden moral que, destilando odio y rencor, amenazan la vida en paz y la existencia misma de millones de personas en todos los continentes. El terrorismo con todas sus ramificaciones, modalidades y conexiones se erige en una de las mayores amenazas para nuestro presente y futuro. Entre esos dolorosos recuerdos, ninguno tan imborrable para nosotros como el espantoso atentado terrorista del pasado 11 de marzo en Madrid, que de manera tan mortífera y brutal ensangrentó la pacífica convivencia de los españoles y provocó un inmenso y conmovedor movimiento de solidaridad dentro y fuera de España. Hoy no queremos olvidar esa larga lista de víctimas que el terrorismo pro- duce en todo el mundo con una mención especial de tantos compatriotas que han sufrido o sufren sus consecuencias. Para hacer frente a estas amenazas contamos con el firme compromiso de luchar con la efica- cia que nos proporcionan los instrumentos del Estado de Derecho y con la fortaleza de nuestras convicciones, entre ellas, la protección y la defensa de los valores, bienes e ideales que nos definen como una sociedad libre y democrática. Todo ello desde la solidaridad y lealtad que merecen todas las víctimas de la intolerancia y la gratitud más honda hacia quienes tienen el valor de arriesgar sus vidas para salvar las de los demás. Señoras y señores: Pronto se cumplirán veinticinco años del comienzo de esta maravillosa iniciativa de los pre- mios que llevan mi nombre. Permítanme que vuelva a proclamar mi fe en ella al tiempo que re- conozca y agradezca el esfuerzo y el sacrificio de todos los que garantizan que año tras año nos encontremos en esta cita otoñal y asturiana con nuestro mejor legado. Nos acompañan en este escenario nuestros galardonados que ya hoy son parte de ese legado. Reciben el premio en nombre propio o representando a distintas instituciones y todos ellos son el símbolo de nuestras mejores aspiraciones y nuestros anhelos, de nuestro rechazo a la violencia y el olvido, de nuestra necesidad de afirmar nuestra confianza en la libertad y en la capacidad de vencer a la desesperanza y el miedo; y lo son también de nuestra voluntad de ensalzar el trabajo abnegado, la creatividad y de nuestro profundo deseo de concordia. «El terrorismo con todas sus ramificaciones, modalidades y conexiones se erige en una de las mayores amenazas para nuestro presente y futuro.» Ver vídeo

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