Premios Príncipe de Asturias 1981–2014. Discursos

12 O viedo | T eatro C ampoamor | 22 de octubre de 2004 las cosas tal como son. Pues el destino de cada hombre y el de la misma historia se asemeja al de Moisés, que no logró llegar a la Tierra Prometida, pero no dejó por ello de caminar sin descanso hacia ella. Señoras y señores: Cuando volvamos a encontrarnos, comenzaremos a celebrar el veinticinco aniversario de nuestros premios. Deseo, ya desde ahora, agradecer muy profundamente el apoyo que estamos encontrando en instituciones, entidades y personas para que esta celebración tenga la repercusión que se merece y para que nuestros premios continúen siendo, como dice un bellísimo poema escrito en esta tierra, como un árbol que crezca en la esperanza, que aguante los relámpagos, que espante lejos la ventolera helada del tiempo; un árbol bajo cuya sombra podamos sentir las hojas nuevas después del invierno, las frutas primeras del verano y que guarde la memoria de aquello que admiramos. Un árbol que a partir de ahora contará también con el cuidado y la ayuda entregada de mi esposa Letizia, Princesa de Asturias. Muchas gracias.

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