Premios Príncipe de Asturias 1981–2014. Discursos

11 P remios P ríncipe de A sturias 1981–2014. D iscursos Señoras y señores: Dentro de pocas semanas clausuraremos los actos conmemorativos del vigésimo quinto ani- versario de nuestros premios, cuya intensa y hermosa historia evoca en mí innumerables vivencias y sentimientos entrañables, pues ha sido una hermosa aventura; una aventura que echó a andar, como Don Quijote, cuando salió a las tierras luminosas y austeras de La Mancha, para ir por todos los horizontes soñando; soñando con enorme ilusión y menguado equipaje, en hacer posibles los más nobles ideales. En este cuarto de siglo y en la personalidad de nuestros premiados, hemos tenido la oportuni- dad de admirar y subrayar la fuerza de la inteligencia, del sacrificio y de la excelencia. Además, la Fundación y nuestros premios han alentado la generosidad sobre el egoísmo, la concordia sobre la división, la convivencia sobre el fanatismo y el compromiso sobre la indiferencia. Un mensaje que queremos que llegue siempre transparente y lleno de fuerza y vigor, sobre todo a los más jóvenes, para que se engrandezcan con esos valores, se alejen de toda posible desesperanza y se sumen con ilusión a la gran aventura de la vida en paz, plenitud y responsabilidad. Esta tarea pudo nacer y desarrollarse gracias al marco de libertad y estabilidad que garantiza nuestra Constitución. Los premios y la Fundación que los sustenta aúnan en la historia de su éxito las mismas virtudes que han guiado la vida de los españoles durante los últimos años: determina- ción y prudencia, firmes convicciones, fe y confianza en nuestro proyecto común. Cumplido este tiempo, lo que nos llena de mayor satisfacción es constatar el más valioso de cuantos apoyos podía recibir nuestra Fundación y nuestros premios: el de la inmensa mayoría de los españoles, que los consideran un gran patrimonio cultural y moral de España ante el mundo. La Corona ha alentado la vida de la Fundación en su permanente impulso a la cultura. Una labor concebida al servicio de España, de nuestro progreso y proyección exterior como gran nación. Esa fue la razón primordial que inspiró a Su Majestad el Rey en su activo respaldo al nacimiento de esta Fundación; un respaldo que, junto al de Su Majestad la Reina, nos ha brindado en todo momento. Con nuestro inolvidable Julián Marías pienso ahora que lo fundamental es mirar hacia adelan- te, hacia el futuro y creer en lo que estamos haciendo. La Princesa y yo vivimos felices al pensar que transmitiremos a nuestros hijos todo este inmenso caudal de emociones y enseñanzas, todo este emotivo patrimonio de imborrables recuerdos. Porque queremos que así en sus corazones crezcan la esperanza, el anhelo de un mundo más justo y la búsqueda incansable y comprometida de una humanidad de hombres y mujeres libres. Porque queremos, en fin, que ellos, como nosotros, crean también en la luz aun antes de que despunte el alba. Muchas gracias. «La Corona ha alentado la vida de la Fundación en su permanente impulso a la cultura.»

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