Premios Príncipe de Asturias 1981–2014. Discursos

9 P remios P ríncipe de A sturias 1981–2014. D iscursos La fructífera cooperación de Peter Lawrence y Ginés Morata, en Cambridge y en centros y universidades de nuestro país, contribuye a la creación de una escuela de biología del desarrollo que destaca en el universo científico e ilustra el valor del espíritu de colaboración, del trabajo en equipo, de la transmisión fiel de los conocimientos y de la docencia compartida. El profundo hu- manismo que late en sus investigaciones supone un alto ejemplo para los jóvenes investigadores y les hace justos merecedores del premio que hoy les entregamos. Al extraordinario escritor israelí Amos Oz, gran defensor de la paz en el mundo, se le ha conce- dido el Premio de las Letras. Su obra literaria se sustenta, sobre todo, en la narración, pero también en el relato breve, en las memorias, la poesía y el ensayo. Abrir sus libros es quedar atrapado en las atmósferas que sabe crear, en las historias que nos cuenta, en los diversos personajes que pone en pie con una literatura auténtica y un pensamiento profundamente conmovedor. Ha contribuido a convertir el hebreo moderno en lengua de cultura y se siente dentro de la tradición literaria universal porque sabe muy bien que la literatura, el arte, todas las artes, son ámbitos sin fronteras, ríos cuyas aguas provienen de muy diversas fuen- tes y de todos los siglos. Luz y sombra, pasión y humor, tragedia y poesía, dolor y alegría, realidad y ensueño, son las fuerzas que iluminan sus libros y que conmueven a sus lectores. Amos Oz, para quien todo lo que escribe es autobiográfico, es un autor intensamente comprometido con la realidad más inmediata, que es la de su país, Israel, y lo que su historia y su situación actual represen- tan. Fundador del Movimiento Paz Ahora, nuestro premiado cree que donde hay vida tiene que haber compromiso, un espacio donde encontrarse. Nos dice que el fanatismo es la plaga más perversa, es una fuerza ciega que obliga a renunciar a ser uno mismo. Y para evitarlo, Oz nos recuerda, con páginas llenas de imaginación y de profunda belleza, que no se puede imponer la creencia propia con las armas ni con la violencia. Las revistas científicas Nature y Science han recibido el Premio de Comunicación y Huma- nidades. Creadas en el siglo xix, en sus páginas, los científicos más prestigiosos han publicado descubrimientos, avances, análisis y estudios. Gracias a ellas, hemos podido tener noticia de los conocimientos más elevados —como señala nuestro jurado—, pues han dado cauce a las investi- gaciones de mayor alcance y han sabido transmitir sus resultados a la comunidad internacional de la forma más cuidada. Los medios de comunicación tienen hoy el reto de servir a la sociedad mediante una infor- mación veraz y rigurosa, siempre con la exigencia de una calidad elevada. La opinión pública, además, se encuentra a menudo con serias dificultades para entender las consecuencias de los descubrimientos científicos, que en ocasiones, cuando no se utilizan de forma prudente, pueden ser estériles e incomprensibles si no se explican con un lenguaje accesible a los no especialistas. Por eso debemos valorar altamente la labor de revistas como Nature y Science, que han conseguido interesar a un tiempo a los profesionales de la investigación y al público en general, acercando, como ha afirmado el jurado, la ciencia a la vida. Nature y Science ejemplifican a la perfección la dirección segura que puede y debe seguir una sociedad avanzada: poner de relieve el mayor grado de conocimiento científico, de saber, y a la vez difundirlo de la manera más rigurosa y profunda, haciéndolo universal. El eminente sociólogo alemán Ralf Dahrendorf ha recibido este año el Premio de Ciencias Sociales. Comprometido con la libertad y con la democracia, gran defensor de Europa y de los fundamentos que sustentan su unión, Dahrendorf ha destacado la importancia histórica y la tras- cendencia que el hermoso proyecto europeo tiene para el mundo. Ralf Dahrendorf estima que los principios de la democracia siguen siendo esenciales para cual- quier orden liberal y que sus instituciones parlamentarias y representativas significan una gran con- quista en la historia de la humanidad. Concede, además, suma importancia al proceso de aplicación «Nunca olvidamos a quienes necesitan el aliento y la fuerza de la solidaridad, a las víctimas del terrorismo, del fanatismo, de la pobreza y la injusticia.»

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