Premios Príncipe de Asturias 1981–2014. Discursos

10 O viedo | T eatro C ampoamor | 26 de octubre de 2007 de la democracia a una organización supranacional, como es la Unión Europea, con el fin de supe- rar las dificultades con las que la voluntad popular se expresa cuando muchas decisiones relevantes se han trasladado a las instituciones europeas. Lamentamos que no nos pueda acompañar esta noche y confiamos verle pronto, recuperado, y de visita en España. Sus ideas nos recuerdan una de las raíces más profundas de la cultura euro- pea, la ateniense; y el orgullo que Pericles proclamó por vivir en aquella Atenas donde el respeto a los antepasados y a las tradiciones estaba en sintonía con la positiva acogida a lo nuevo, y donde se abría paso la idea de que todos tuvieran la oportunidad de llegar a ser lo que querían ser. Una sociedad que, como se ha escrito, amaba la belleza sin despilfarro y honraba la sabiduría sin fla- quezas. Europa y su cultura cuentan con un pasado lleno de encuen- tros y desencuentros, de guerras crueles y pacíficas relaciones comerciales, de muestras de tolerancia y de duras acciones in- quisitoriales, de ideas científicas coexistiendo con irracionales supersticiones. Esta compleja historia, enriquecida con multi- tud de aportaciones fundamentales, ha ido formando a lo largo de los siglos la fascinante idea de Europa y su realidad. Es la Europa de la convivencia, del diálogo, de la cultura, la tierra atravesada por caminos de concordia y simbolizada por la alegría de su himno y por la bandera azul y las estrellas; la que nuestro admirado Steiner analiza como una tierra hecha a la medida del hombre, la de las calzadas romanas, los templos griegos y las hermosas catedrales; que incluso se puede recorrer a pie, yendo tan solo de un café a otro. Una Eu- ropa, en fin, que al tiempo que arrastra las huellas y las cicatrices de gravísimos errores, promueve las más altas ideas de la civilización: el impulso para establecer y generalizar en todo el mundo la práctica de los derechos humanos, la democracia política, la libertad de los individuos, el imperio de la ley, el respeto a la diversidad, la búsqueda del bienestar común y la paz, tal y como soñaron sus fundadores, y una realidad cuyo modelo político, económico y cultural sea ejemplo para otras comunidades humanas. Esa es la Europa que Dahrendorf ha analizado, defendido y estudiado en sus obras, que ponen de relieve la amplitud de su mirada y su preocupación por lograr que el proceso unitario de los europeos esté basado en sociedades abiertas y cosmopolitas, comprometidas con la solidaridad y la justicia. El piloto alemán Michael Schumacher, a quien admiramos por su tenacidad y su valor, por su brillante e intensa dedicación a la Fórmula 1, ha recibido el Premio de los Deportes. Sus extraor- dinarias condiciones naturales y una gran voluntad se funden en la vida de este deportista, siete veces campeón del mundo, que ha sido reconocido unánimemente como el mejor piloto de todos los tiempos en su especialidad. Este año nuevamente, un deportista que aún no ha cumplido sus 40 años nos ofrece el ejemplo de su vida profesional y de las altas cotas a las que puede llegar la constancia humana cuando la guían valores como la dedicación, el admirable afán de superación, el férreo deseo de alcanzar la excelencia y el espíritu de triunfo. La fuerza de deportistas como Michael Schumacher es un ejemplo, sobre todo para los más jóvenes, un ejemplo de la capacidad del ser humano para superar los más difíciles retos, de los beneficios que conllevan el sacrificio y la abnegación de grandes campeones, que, como él, luchan por convertir en permanente éxito su trabajo y el del equipo que con fervor y profesionalidad se une a sus esfuerzos. Pero no se es un gran deportista si no se está en posesión de otros valores, como los de la gene- rosidad, el compañerismo y la nobleza. Nada es el triunfo en el podio si la victoria no se proyecta en otras obras que redunden en servicio y beneficio de todos. Hoy recordamos, para engrandecer aún más sus triunfos, la entrega a los demás de Michael Schumacher, que ha sido reconocida por diversas organizaciones de ámbito mundial, atentas a los más significativos gestos sociales de so- «Los medios de comunicación tienen hoy el reto de servir a la sociedad mediante una información veraz y rigurosa, siempre con las exigencias de una calidad elevada.»

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