Premios Príncipe de Asturias 1981–2014. Discursos

2 O viedo | T eatro C ampoamor | 8 de octubre de 1983 Premiados. Fragmentos La paz cotidiana, tan esencial como el pan de cada día, es resultado de la justicia. A veces parecería como si solo nos uniera el subversivo común denominador de ser injustos los unos con los otros, al cobijo de instituciones arcaicas con oportunidades desiguales para continuar desiguales, en las que las clases dirigentes dominan pero no representan, a sabiendas de que la democracia vive de participación y muere de imposición y de pobreza. Por eso, destruir la pobreza debe ser la única guerra de la humanidad. Mudarnos la armadura de guerreros por una fértil disposición al diálogo que se convierta en faro en esta nueva morada del hombre, tal es la imagen de nuestro sueño. En él dejaremos nuestra impronta, derrotando los obstáculos de la saga de los Buendía en Cien años de soledad , de nuestro Nobel García Márquez, cuando dice que «Aureliano se pasaba la vida haciendo pescaditos de oro durante el día, para desbaratarlos por la noche». De igual manera, el hombre contemporáneo se pasa construyendo esquemas que las demencias de poder deshacen: del otro lado del mar ser justos va siendo cada día más difícil; estamos llenos de ideas e intenciones para la paz, pero destituidos de acciones, en un continente para el cual dijera el presidente paria Marco Fidel Suárez que «el destino de la humanidad es progresar padeciendo». ¿Está el hombre uncido a la veleta de su instinto, condenado a pelear con uñas y dientes, cruceros y misiles? ¿Justos e injustos estamos destinados a recorrer jadeantes la Tierra abriéndonos paso por entre el ciego follaje de los ideologismos? Belisario Betancur — Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Iberoamericana 1983 Belisario Betancur fue presidente de la República de Colombia de 1982 a 1986. — Fragmento del discurso ofrecido con motivo de la entrega del Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Iberoamericana el 8/10/1983.

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