Saltar navegación. Ir directamente al contenido principal

#PremiosPrincesadeAsturias

Contenido principal

Grupo de Contadora Premio Príncipe de Asturias Cooperación Internacional 1984

Grupo de Contadora

El Grupo de Contadora fue creado el 9 de enero de 1983 durante una conferencia celebrada en la isla panameña del mismo nombre, con el objetivo de buscar la pacificación de América Central, y en particular la finalización de las guerras civiles de El Salvador y Guatemala, y del enfrentamiento entre Nicaragua y Estados Unidos.

El grupo, concebido como una plataforma de negociación política y constituido por representantes diplomáticos de México, Venezuela, Panamá y Colombia, tuvo como característica principal la de procurar vías de diálogo y de soluciones regionales para impedir que los conflictos centroamericanos fuesen incluidos en la confrontación Este-Oeste.

En mayo de 1983 y convocados por el grupo, los cancilleres de Nicaragua, Costa Rica, Honduras, El Salvador y Guatemala acordaron una agenda de trabajo para cumplir aquellos objetivos. A mediados de julio el proceso recibió un nuevo impulso positivo, con la reunión en Cancún, México, de los presidentes de los cuatro países integrantes del grupo, quienes afirmaron que los problemas centroamericanos debían ser resueltos por los centroamericanos mismos. En septiembre los cinco países del área firmaron un Documento de Objetivos, de 21 puntos, que guió todas las acciones hasta la firma de los acuerdos de paz de Esquipulas, años más tarde.

A comienzos de 1984 se alcanzaron compromisos concretos para el cumplimiento de los 21 puntos, que incluían acciones para el desarme y desactivación de las organizaciones guerrilleras de la zona. Tras la invasión de Granada por los Estados Unidos en noviembre de 1983, parecía inminente la agresión armada de la gran potencia a Nicaragua. Las actividades del Grupo de Contadora, con el apoyo explícito de la comunidad internacional, y una serie de medidas del gobierno sandinista, como una amnistía parcial, el anuncio de elecciones, la interrupción de la ayuda a la guerrilla salvadoreña, y la disminución de la presencia cubana en su país dificultaron una posible intervención norteamericana directa.

En junio de 1984, el Grupo presentó a los cinco países centroamericanos un borrador del "Acta de Contadora para la paz y cooperación en Centroamérica", con propuestas de reducción de armamentos y de celebración de elecciones, apoyada por las Naciones Unidas, la Organización de Estados Americanos y la Comunidad Europea. Sin embargo, no se pudo poner en práctica en esos momentos debido a la oposición de Honduras, El Salvador y Costa Rica, cuyos gobiernos fueron presionados por Estados Unidos.

Estos problemas hicieron que en 1985 Argentina, Brasil, Uruguay y Perú creasen el Grupo de Apoyo a Contadora, en respuesta a la iniciativa presentada por Alan García, al ser investido presidente del Perú el 28 de julio de ese mismo año.

El 7 de abril de 1986 los cancilleres de los Ocho -Grupo de Contadora y Grupo de Apoyo- invitaron a los cinco gobiernos centroamericanos a firmar en Panamá, el 6 de junio siguiente, el texto definitivo del Acta de Contadora, pero la presión de Washington sobre Costa Rica, Honduras y El Salvador hizo que estos países aplazaran indefinidamente la firma, alegando observaciones sobre maniobras militares conjuntas con fuerzas de países ajenos a la región y añadiendo nuevas condiciones para el control de armamentos.  Ambos grupos de países fueron conocidos como Grupo de los Ocho.

En mayo de 1986, Contadora logró su triunfo decisivo, al reunirse los cinco presidentes centroamericanos en Esquipulas y firmar una declaración que pasó a ser conocida con el nombre de la ciudad donde se suscribió. Un año después, el presidente de Costa Rica, Oscar Arias, presentó un plan de diez puntos que posibilitó que, en agosto de 1987, se acordara un "Procedimiento para establecer la paz firme y duradera en Centroamérica", que ganó fama mundial bajo el nombre de Esquipulas II, aunque fuera suscrito en la ciudad de Guatemala.

El cumplimiento de ese procedimiento, que llevó al desarme de la "contra", las elecciones en Nicaragua y las negociaciones con las guerrillas y los gobiernos de El Salvador y Guatemala, sólo fue posible por el trabajo tenaz y continuado del Grupo de Contadora, desde sus más altas instancias hasta las comisiones y subcomisiones creadas para atender cada punto específico.

En años posteriores el Grupo de los Ocho continuó firmando diferentes acuerdos y compromisos para la paz, el desarrollo y la democracia en estos países de Latinoamérica.

A partir de 1990 el Grupo Contadora adoptó el nombre de Grupo de Río.

Fin del contenido principal