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Javier Pérez de Cuéllar Premio Príncipe de Asturias Cooperación Internacional 1987
Diplomático y Secretario General de las Naciones Unidas desde (1981 - 1991), Javier Pérez de Cuéllar nació en (Lima, Perú, 1920 - 2020). Estudió Derecho en la Universidad Católica de su ciudad natal, e ingresó en el Ministerio de Asuntos Exteriores del Perú en 1940. Comenzó su carrera diplomática en 1944, sirviendo como secretario de embajada en Francia, Reino Unido, Bolivia y Brasil, y como consejero y ministro consejero en esta última.
De regreso a Lima en 1961, fue ascendido al rango de embajador al año siguiente, ocupando sucesivamente los cargos de director del Departamento Jurídico, de Administración, de Protocolo y de Asuntos Políticos. En 1966 fue designado secretario general (viceministro) de Relaciones Exteriores y en 1981 desempeñó el cargo de Asesor Jurídico del Ministerio de Relaciones Exteriores. Pérez de Cuéllar fue Embajador en Suiza, en la Unión Soviética, en Polonia y en Venezuela.
Fue miembro de la delegación peruana en el primer período de sesiones de la Asamblea General de la ONU en 1946, y de las delegaciones en los períodos de sesiones 250 a 300. En 1971 fue nombrado Representante Permanente del Perú ante las Naciones Unidas, y encabezó las delegaciones de ese país en todas las sesiones de la Asamblea hasta 1975. En 1973 y 1974 representó a su país en el Consejo de Seguridad, cuya presidencia ocupa cuando los acontecimientos de Chipre, en julio de 1974. En septiembre de 1975 fue nombrado Representante Especial del Secretario General en Chipre, puesto que ocupó hasta diciembre de 1977. El 27 de febrero de 1979 fue nombrado Secretario General Adjunto de Asuntos Políticos Especiales de las Naciones Unidas. A partir de abril de 1981, y mientras ocupaba dicho cargo, actuó como representante personal del Secretario General para la situación de Afganistán.
En mayo de 1981 se reintegró al Ministerio de Relaciones Exteriores de su país, pero continuó representando al Secretario General en lo tocante a la situación afgana, hasta su elección en diciembre de ese año como Secretario General de las Naciones Unidas, en sustitución de Kurt Waldheim. Pérez de Cuéllar se convierte así en el quinto Secretario General de este organismo y en el primer hispanoamericano que ha alcanzado este cargo. Fue reelegido en octubre de 1986 para un nuevo mandato de cinco años. De 1992 a 1996 fue Presidente de la Comisión Mundial de Cultura y Desarrollo de las Naciones Unidas-UNESCO.
Ha sido también profesor de Derecho Internacional de la Academia Diplomática y profesor de Relaciones Internacionales de la Academia de la Guerra Aérea, ambas de Perú. Es autor de la obra Manual de derecho diplomático.
Javier Pérez de Cuéllar fue un incansable negociador, efectivo y discreto, paciente y cauteloso. Durante su mandato como Secretario General de la ONU, mostró un gran interés hacia los países del tercer mundo. Actuó de pacificador durante la guerra de las Malvinas, desempeñando un papel decisivo como intermediario entre Argentina y Gran Bretaña, y trabajó con tesón para reconciliar ambos estados desde el enfrentamiento bélico en 1982.
Apoyó también los esfuerzos del Grupo de Contadora, marco básico interestatal para la pacificación de Centroamérica y medió, entre otros, en los conflictos de Libia y Afganistán. Intercedió además en las negociaciones para la independencia de Namibia y en el conflicto del Sáhara, entre Marruecos y el Frente Polisario, y en los contactos Chipre-Turquía para buscar una salida a la situación de la isla chipriota.
La comunidad internacional ha coincidido en señalar que, durante el mandato de Pérez de Cuéllar, las Naciones Unidas se reafirmaron como foro de discusión y solución de los problemas entre los estados y comunidades del mundo.
En el año 2000 y hasta 2001, restaurada la democracia en su país, fue Primer Ministro y Ministro de Relaciones Exteriores del Perú durante el gobierno de transición encabezado por Valentín Paniagua Corazao. Inmediatamente después asumió el cargo de Embajador del Perú en Francia y ante la UNESCO, posición a la que renunciaría en diciembre de 2004.
Es doctor honoris causa por varias universidades y miembro de la Academia Francesa de Ciencias Morales y Políticas. Entre otras muchos reconocimientos internacionales, en enero de 1989 recibió el premio Olof Palme de Entendimiento Internacional y Seguridad Común de manos del Fondo Conmemorativo Olof Palme, y en febrero de ese mismo año el premio Jawaharlal Nehru de entendimiento Internacional en la India. En 1998 recibió el premio de la paz Albert Einstein de la Asociación Internacional para la paz en el mundo, y el Great World Peace Award de la Oughtopia Peace Foundation. Tiene en su posesión la Gran Cruz de la Legión de Honor de Francia, y el Collar de la Orden de Isabel La Católica en España, entre otras condecoraciones internacionales.
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