Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) Premio Príncipe de Asturias Cooperación Internacional 1991

La oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), con sede en Ginebra, fue establecida en virtud de la resolución 428 (V) de la Asamblea General de las Naciones Unidas y comenzó sus operaciones el 10 de enero de 1951. Es un organismo humanitario, estrictamente apolítico, consagrado a la protección y a la asistencia de los refugiados de todo el mundo. Según lo estipula el Estatuto de la Oficina, el ACNUR desempeña dos funciones principales: proporcionar "protección internacional" a los refugiados y procurar "soluciones permanentes" al problema de éstos. El Alto Comisionado es elegido cada cinco años por la Asamblea General de Naciones Unidas a propuesta del secretario general.

El ACNUR ha tenido varios predecesores. Por mencionar sólo algunos, en 1921, el Consejo de la Sociedad de las Naciones nombró al Dr. Fridtjof Nansen "Alto Comisionado de la Sociedad, encargado del problema de los refugiados rusos en Europa". En 1931, la Sociedad creó la Oficina Internacional Nansen para los Refugiados y, en 1933, la Alta Comisión para los Refugiados procedente de Alemania. En 1943 fue establecida la Administración de Socorro y Rehabilitación de las Naciones Unidas y, en 1947, las Naciones Unidas establecieron la Organización Internacional de Refugiados.

El ACNUR se ocupa, en primer lugar, de todas las personas a las que se aplica la definición de refugiado del Estatuto de la Oficina, redactando en 1950: Toda persona que "debido a fundados temores de ser perseguida por motivos de raza, religión, nacionalidad u opinión política, se encuentre fuera del país de su nacionalidad y no pueda o, a causa de dichos temores o de razones que no sean de mera conveniencia personal, no quiera acogerse a la protección de ese país...". Pero desde la redacción de Estatuto, los muchos problemas humanitarios nuevos, y en gran escala, que han surgido en todo el mundo impulsaron a los gobiernos a ampliar las categorías de personas que se pueden considerar bajo las competencias del ACNUR.

La función de protección del ACNUR dimana del Estatuto de la Oficina del Alto Comisionado. No obstante, hay instrumentos jurídicos internacionales que son también de importancia fundamental para la protección efectiva de los refugiados. El más importante de ellos es la Convención de las Naciones Unidas sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951, complementada por el Protocolo sobre el Estatuto de los Refugiados de 1967.

Dichos instrumentos proporcionan una definición del término "refugiado" y establecen normas mínimas para el trato de los refugiados. En la actualidad son 104 los países participantes en uno de esos instrumentos o en ambos. Hay otros instrumentos jurídicos internacionales que tratan directa o indirectamente de los refugiados. Uno de los más importantes es la Convención que rige los aspectos propios de los problemas de los refugiados en África, adoptada por la Organización de la Unidad Africana en 1969.

El ACNUR puede iniciar programas de asistencia material únicamente cuando le pide ayuda el gobierno huésped. En muchos casos, la primera petición es de socorro de urgencia en cosas tan esenciales como alimentos, agua, abrigo y atención médica. Pero una vez pasada la fase de urgencia de una operación, el ACNUR se esfuerza por ayudar a los refugiados, siempre que sea posible, a bastarse por sí mismos. Con este objetivo se establecen programas de educación y de formación profesional y se fomentan las actividades que producen ingresos.

Tan pronto como se han satisfecho las necesidades de asistencia inmediata de los refugiados, comienza la búsqueda de soluciones duraderas. Existen tres posibles soluciones a largo plazo: repatriación voluntaria, integración local en el país de asilo o reasentamiento en otro país. la repatriación voluntaria es considerada como la solución preferida el problema, pero no siempre resulta posible porque, generalmente, requiere un cambio fundamental en el país de origen. El ACNUR ayuda a los refugiados a integrarse en el país en el que buscaron asilo inicialmente. El objeto de la integración local consiste en ayudar a los refugiados a bastarse por sí mismos en su país de residencia, y se alienta a los gobiernos huéspedes a otorgarles las mismas facilidades a las que tienen derecho los nacionales.

La labor del ACNUR es financiada enteramente con contribuciones voluntarias de gobiernos, organizaciones no gubernamentales y de particulares. Sólo una pequeña cantidad se recibe cada año del presupuesto ordinario de las Naciones Unidas, que se utiliza únicamente para contribuir a sufragar los gastos administrativos.