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Médicos sin Fronteras y Medicus Mundi Premio Príncipe de Asturias de la Concordia 1991
Teniendo en cuenta la contribución efectiva de ambas organizaciones a paliar las situaciones de enfermedad en los países más aquejados por la injusticia.
Médicos Sin fronteras es una organización humanitaria internacional de acción médica que, desde 1971, aporta su ayuda a poblaciones en situación precaria y a víctimas de catástrofes de origen natural o humano y de conflictos armados, sin ninguna discriminación por raza, religión o ideología política. En reconocimiento a su labor humanitaria, MSF recibió el Premio Nobel de la Paz en 1999.
Tiene su origen en la experiencia de un grupo de médicos, principalmente de nacionalidad francesa, durante la guerra de Biafra, a finales de los años sesenta.
En 1981 fue la primera organización que acudió en ayuda de las víctimas de la guerra de Afganistán. De esta época data su notoriedad mundial; la rapidez de intervención de Médicos sin Fronteras hace que muchas veces estén en el terreno antes que la prensa. Desde entonces han extendido su actividad a todos los continentes, con presencia especialmente significativa en África y en América Central.
Cuenta con secciones en Francia, Bélgica, los Países Bajos, Suiza, Luxemburgo, Grecia y España. Las secciones son autónomas, desarrollando cada una de ellas sus propios proyectos. En 1991 se creó un Consejo Internacional y una estructura de coordinación (el Secretariado Internacional) con sede en Bruselas. La presidencia del Consejo es rotatoria por períodos de seis meses. Los recursos proceden en un 50% de donaciones privadas y la otra mitad de donantes públicos, entre los que destaca la Unión Europea.
La seriedad y eficacia del trabajo de MSF se refleja en el prestigio de que goza tanto entre los donantes privados como entre los grandes donantes institucionales. La Comunidad Europea recurre sistemáticamente a MSF para la ejecución de sus ayudas humanitarias en todo el mundo.
En las situaciones de catástrofes como, por ejemplo, los terremotos en México, El Salvador, Armenia o Irán, el maremoto de Bangladesh, las inundaciones en Bolivia, Perú o Sudán, el huracán Mitch en Centroamérica, la crisis de Kosovo y Timor Oriental o el maremoto en el sureste asiático, Médicos Sin fronteras pone en marcha lo que se denomina la Unidad Europea de Intervención de Urgencia, en la que todos los países se ponen de acuerdo para poder trabajar de manera conjunta.
Médicos Sin Fronteras organiza dispensarios y hospitales, realiza campañas de vacunación y de prevención de enfermedades contagiosas, así como tratamientos de aguas y desperdicios y formación de personal local. Se ocupan de la rehabilitación de hospitales y de la formación de personal sanitario autóctono, de forma que cuando ellos se hayan ido el sistema siga funcionando. Su acción se desarrolla en colaboración con el Ministerio de Salud local, pero si algún conflicto o guerra lo impide y una población determinada carece de toda asistencia sanitaria, actúan, incluso clandestinamente, en virtud del derecho de asistencia humanitaria. En 2014 contaba con el apoyo de 5 millones de socios y colaboradores en todo el mundo, 691.000 en España.
Medicusmundi es una organización de Solidaridad Internacional, con personalidad jurídica propia, de carácter federal, no gubernamental, sin ánimo de lucro, que se declara independiente de los poderes públicos y de cualquier otra institución o grupo de interés de carácter económico, político o religioso, constituida sobre la base de asociaciones independientes. Fue fundada el 8 de diciembre de 1962 en Aquisgrán, durante una reunión entre médicos y asociaciones no gubernamentales, responsables de proyectos en el Tercer Mundo.
Los socios y socias, simpatizantes, trabajadores y trabajadoras, cooperantes, voluntarios y voluntarias y las organizaciones del sur con las que cooperan comparten el propósito de “contribuir a generar cambios en la Sociedad, fomentando una cultura de solidaridad y compromiso ciudadanos, que hagan posible la erradicación de la pobreza y permitan que la salud sea un derecho al alcance de todas las personas”, que encuentra su justificación en:
- Un principio ético básico de solidaridad.
- La obligación que para todos se deriva del necesario reconocimiento de los derechos humanos, más allá de fronteras, culturas, razas, sexos y religiones.
- La convicción de que el desarrollo económico y social de los países más pobres beneficia el progreso, la paz y la seguridad del planeta.
- El convencimiento de que la cooperación permite ampliar y profundizar el marco de relaciones entre los pueblos, facilitando el conocimiento y el respeto mutuo.
- La necesidad sentida de las poblaciones en el Sur por mejorar sus condiciones de salud y prevenir la enfermedad.
Conscientes de que las tareas de solidaridad requieren de muchos esfuerzos y de las capacidades de todos, al margen de cualquier manifestación de protagonismo excluyente, apuestan por trabajar en red con otras ONG y agentes del desarrollo, desde la autonomía y la participación responsable de cada cual.
En el Sur, medicusmundi realiza proyectos de salud que descansan sobre la promoción de las capacidades locales, lo que comporta el apoyo a los procesos de formación y capacitación de las personas, así como el fortalecimiento organizativo y técnico de sus instituciones. Así mismo promueven la descentralización y la participación de las comunidades beneficiarias, estimulando las estrategias locales y las iniciativas de los variados agentes que conforman el tejido social de los países donde intervienen. De esta forma estimulan la capacidad creativa de las personas, aprovechando todas sus posibilidades y recursos al servicio del desarrollo.
De acuerdo con el objetivo de solidaridad internacional y de justicia social que inspira su misión, medicusmundi trabaja en 25 países de América Latina, África y Asia que cuentan con elevados niveles de pobreza, de carencias y necesidades en materia de salud y en los que tienen lazos previos construidos con las comunidades locales o sus organizaciones, adecuando así las intervenciones que se promueven a las condiciones locales y al contexto legal vigente en cada país. En el Norte, su responsabilidad es denunciar las situaciones de marginación y de pobreza que observan a través de su trabajo en el Sur, identificando sus posibles causas y consecuencias. Esta denuncia la acompañan de una continuada labor de sensibilización y de educación de la opinión pública, con el propósito de generar conciencias críticas, estimular las actitudes de solidaridad y permitir que estas se asienten sobre convicciones firmes y sobre un juicio informado, asumiendo así su labor de transformación social y, al mismo tiempo, abriendo espacios para que la propia voz de los pueblos del Sur se haga presente en las sociedades del Norte.
Y todo ello con el compromiso de buscar continuamente la mayor eficiencia posible, sin condicionar en ningún caso la eficacia, y una total rendición de cuentas y transparencia en sus intervenciones, de forma que se estimule la implicación en el proceso de todas las personas, tanto en el Norte como en el Sur.
Esta forma de entender la solidaridad está en el origen de medicusmundi y es lo que le llevó a ser miembro fundador de medicusmundi Internacional, una red de Organizaciones No Gubernamentales de Desarrollo Sanitario creada en el año 1963 en Alemania y reconocida oficialmente como Órgano Consultor de la Organización Mundial de la Salud, o de la Coordinadora de Organizaciones No Gubernamentales de España entre otras. Se puede decir que la orientación general de esta organización es promocionar la sanidad, sin discriminación, trascendiendo las fronteras nacionales, e integrándose en el desarrollo comunitario de los países donde presta sus servicios.
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