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Coordinadora Gesto por la Paz de Euskal Herria Premio Príncipe de Asturias de la Concordia 1993

Coordinadora Gesto por la Paz de Euskal Herria

La Coordinadora Gesto por la Paz de Euskal Herria (Euskal Herriko Bakearen Aldeko Koordinankundea) era una plataforma pacifista, cívica, unitaria, plural e independiente. Gesto por la Paz nació en 1986 como cauce de expresión de la ciudadanía vasca y navarra frente a la violencia y, en ese sentido, desde su creación fue conocida por sus gestos o concentraciones silenciosas en numerosas localidades del País Vasco y Navarra cada vez que se producía una muerte generada por la violencia relacionada con Euskal Herria.

La Coordinadora Gesto por la Paz de Euskal Herria, estaba formada por más de 150 grupos que desarrollan su labor a nivel local. El órgano de dirección -una especie de órgano ejecutivo- de la Coordinadora era la Comisión Permanente integrada por doce personas que actuaban como portavoces del colectivo y se repartían las tareas de dirección, gestión y coordinación de las actividades de la organización.

El objetivo de la Coordinadora Gesto por la Paz de Euskal Herria era unir a toda la sociedad, independientemente de idelogías, en contra del ejercicio de la violencia y en favor del respeto a la vida humana, como derecho fundamental y base del resto de los Derechos Humanos. Además, esta organización pacifista, a lo largo de sus años de andadura, desarrolló un mensaje en torno a temas relacionados con la problemática de Euskal Herria (las víctimas, la educación para la paz, los derechos de presos/as, los derechos individuales y colectivos, la nefasta influencia de la violencia en la política, etc).

Para el desarrollo de su actividad, Gesto por la Paz contaba con apoyo económico de algunas instituciones, fundamentalmente del Gobierno Vasco, y con las aportaciones voluntarias de cientos de ciudadanos/as (suponían el 30 y el 70% de los ingresos totales, respectivamente).

Además de haber logrado una importante cota de reconocimiento en la sociedad, la labor de la Coordinadora Gesto por la Paz de Euskal Herria fue distinguida en varias ocasiones por varios medios de comunicación, así como por el Parlamento Vasco, que la presentó como candidata al Premio Nobel de la Paz en 1990 y la Fundación Manuel Broseta, que le otorgó el Premio a la Convivencia en 1993. En 1998 recibió el Premio Paz de Westfalia, en 1999 el Premio Nacional Tierno Galván a la solidaridad y los valores humanos, y en 2001 el Premio Jesús María Pedrosa a la defensa de las libertades y los valores democráticos, entre otros galardones.

La legitimidad conseguida por Gesto por la Paz a lo largo de su andadura se fundamenta en la denuncia constante y rigurosa de la violencia, proceda de donde proceda, y en la demostración de su total independencia de cualquier organismo político y social que desvirtuara o condicionara su mensaje.

Tras el anuncio del cese de la violencia por parte de ETA en 2013, Gesto por la Paz se disolvió.

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