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Nicolás Castellanos, Vicente Ferrer, Joaquín Sanz Gadea y Muhammad Yunus Premio Príncipe de Asturias de la Concordia 1998
Teniendo en cuenta su trabajo abnegado y tenaz y su contribución ejemplar en áreas geográficas y en actividades distintas.
Antonio Nicolás Castellanos Franco (Mansilla del Páramo, León, España, 1935 -) profesó el sacerdocio en Palencia en 1953 y realizó sus estudios eclesiásticos en el monasterio de La Vid (Burgos). En 1992 dimitió como obispo de Palencia para dedicarse a la labor misionera y, desde entonces, monseñor Castellanos reside en Santa Cruz (Bolivia) con un grupo de religiosos, sacerdotes y laicos. En esta ciudad trabaja en el Plan 3.000, que pretende mejorar las condiciones de vida y salubridad en esta área urbana. Ha fundado la parroquia "Hombres nuevos" de la que dependen cinco comedores infantiles a los que acuden más de 800 niños y madres. En el Centro de Niños "Palencia" se atienden anualmente a 200 niños desnutridos y se proporciona capacitación a sus madres. También ha construido catorce centros escolares, con más de 14.000 alumnos, bajo el movimiento "Ningún niño sin escuela en Santa Cruz ni en Bolivia2. En 2004, y dentro del Plan 3.000, se construyó un hospital en este barrio, y comenzó la construcción de viviendas sociales para familias inmigrantes de Santa Cruz de la Sierra.
En 1998 le fue otorgada la Medalla al Mérito Municipal por el Honorable Concejo Municipal de Santa Cruz de la Sierra (Bolivia), y en 1999 es designada como "Leonés del año". En 2001 obtiene el Premio de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes a la labor humanitaria a favor de los niños pobres, y en 2002 el Premio Valores Humanos de la Comunidad de Castilla y León.
Vicente Ferrer (Barcelona, España, 1920 – Anantapur, India, 2009) tras ser llamado a filas durante la Guerra Civil por el Gobierno de la República y pasar por un campo de concentración en Francia al finalizar el conflicto, regresó a España y cursó tres años de Derecho. En 1944 decidió ingresar en la Compañía de Jesús, donde inició su formación para el sacerdocio. Destinado a la India en 1952 como misionero, se ordenó sacerdote en 1956, siendo el país asiático su primer destino. Desde entonces y hasta el momento de su muerte, en junio de 2009, Vicente Ferrer desarrolló toda una ingente y ejemplar labor humanitaria entre los más pobres y necesitados de India.
Residió entre 1952 y 1969 en la región de Manmad (Bombay) donde fue conocido como el “misionero de los pozos” por su labor de apoyo a los campesinos en la construcción de pozos de agua, creando una Asociación de Desarrollo Rural, una de las primeras organizaciones dedicadas al desarrollo de zonas rurales en la India. Además, trabajó en la construcción de servicios comunitarios, como un hospital, escuelas y residencias. La simpatía que esta labor fue despertando entre los campesinos de la zona y la proyección pública de la misma propició que las clases dirigentes lo vieran como una amenaza y tomaran cartas en el asunto. Esto desembocó en una orden de expulsión del país para Ferrer y la consiguiente movilización campesina en contra, a la que se fueron sumando intelectuales y políticos. Incluso, una marcha de más de 30.000 personas recorrió a pie los 250 kilómetros en Manmad y Mumbai en protesta contra esta medida.
De regreso a España, Ferrer fundó Acción Fraterna en el Mundo, cuyo objetivo era la lucha contra el hambre, además de colaborar con otras causas. Con un nuevo visado, regresó a India en 1969, instalándose en el Estado de Andra Pradesh, en la localidad de Anantapur, la región más pobre de todo el país, asolada por la desertización y donde el sanidad y la educación eran inexistentes. Comenzó a desarrollar allí los sistemas de regadío y un método de trabajo en cooperación que denominó “hermandad concatenada”: a cada campesino se le ayuda a cavar su propio pozo, con material y alimentos mientras dura la obra, y al finalizar ésta el campesino -que ya puede considerarse casi rico- ayuda a otros en la misma forma que fue ayudado. Ante el rígido sistema de castas hindú, Ferrer agrupó a los intocables en comunidades regidas de forma democrática, lo que fue criticado por diversos sectores.
En 1970 abandonó la Compañía de Jesús, contrajo matrimonio con la periodista británica Anne Perry y ambos sentaron las bases de la Fundación Vicente Ferrer en la India. A través de esta institución, que fue establecida en España en 1996 para garantizar la continuidad económica de los proyectos, puso en marcha el apadrinamiento de niños. En la actualidad, y tras ampliar su radio de acción a otras áreas de Andrah Padres, más de 1.800 personas, en su mayoría naturales de Anantapur, trabajan en la ejecución de los distintos programas de desarrollo que la Fundación lleva a cabo en 2.313 pueblos, beneficiando a más de 2 millones y medio de habitantes. Todo ello, con la ayuda económica de los más de 130.000 padrinos con los que cuenta la Fundación.
Desde su instalación en Anantapur, las cifras que ha movido el trabajo de esta Fundación hablan por sí solos: se han construido 27.793 casas y otras 1.700 adaptadas para personas con discapacidad, tres hospitales, un centro de planificación familiar, un centro de atención y cuidados a enfermos con VIH/sida, 14 clínicas rurales, 1.506 escuelas y centros educativos, un millar de asociaciones de mujeres, etc. Además, por sus escuelas han pasado 74.421 alumnos de Primaria (38.063 niños y 36.358 niñas) y 68.141 estudiantes de Secundaria (35.514 chicos y 32.627 chicas). La Fundación también ha becado a casi un millar de preuniversitarios y universitarios.
Tras más de medio siglo de vida dedicada a los más pobres, Vicente Ferrer falleció en 2009, recibiendo el reconocimiento unánime de las autoridades indias, españolas y organizaciones humanitarias de todos los ámbitos, además del de aquellos a los que ayudó durante toda su trayectoria, los parias. Medio millón de personas pasaron por su capilla ardiente, antes de que fuera despedido con un funeral de Estado.
A pesar de su desaparición, la labor de Vicente Ferrer ha quedado asegurada a través de la Fundación y del compromiso de su esposa y sus hijos con esta institución.
A lo largo de su trayectoria vital, Vicente Ferrer recibió numerosos reconocimientos y distinciones, entre los que se encuentran la Creu de Sant Jordi de la Generalitat de Cataluña (2000), la Medalla de Oro de la ciudad de Barcelona (2000), el Premio Derechos Humanos del Consejo General de la Abogacía Española (2000), el nombramiento de Personaje destacado de la historia del siglo XX por la UNESCO (2001), la Gran Cruz de la Orden Civil de la Solidaridad del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales de España (2002), el Premio al Espíritu Olímpico del Comité Olímpico Español (2002), Premio Quijote Universal (2007) y la Gran Cruz del Mérito Civil del Ministerio de Asuntos Exteriores de España (2009). A título póstumo, le fueron concedidas la Alta Distinción de la Generalitat Valenciana y la Medalla de Oro del Senado de España.
Joaquín Sanz Gadea (Teruel, España, 1930 - ) es licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Salamanca. Diplomado en Medicina Tropical por la Universidad de la Sorbona. Especialista en Ginecología y Obstetricia y Cirugía General por la Universidad Complutense de Madrid.
Ha sido director médico del hospital de Buta, en la Provincia Oriental del antiguo Congo Belga, donde inició su trabajo en 1961, seleccionado por la Organización Mundial de la Salud para la denominada "Operación Congo", dependiente de Naciones Unidas. En 1962 fue trasladado a la capital de la Provincia Oriental, Stanleyville, llamada hoy Kisangani, para ocupar el cargo de cirujano en el Hospital General. Se ocuparía también, como director, de la leprosería de Maleke, y como médico, de las cárceles de Osio, Konga-Konga y Central. En 1964 funda y dirige el orfanato de Kisangani, en el que aloja ciento cuarenta niños, que aprenden español y realizan estudios. Rescinde su contrato con la OMS y funda la Clínica Quirúrgica Sainte Thérèse en Kisangani en 1970, hoy dirigida con el mismo nombre por médicos congoleños, y continúa con la dirección del orfanato. En 1974 es nombrado, por la Dirección General de Sanidad de España, jefe de sanidad en el Sáhara Occidental, provincia española, y lo es hasta su entrega a las autoridades marroquíes. Vuelve a Madrid, donde obtiene por oposición una plaza de ginecólogo de la Seguridad Social.
Después de ejercer cierto tiempo su profesión, pide la excedencia voluntaria y marcha de nuevo al Congo, entonces Zaire, y es contratado por el Gobierno, como Jefe de los Servicios de Cirugía y Ginecología en 1980, en el Hospital Onatra de Matadi, capital de la provincia del Bajo Congo. Se jubila en 1994 y la empresa Midema, no gubernamental, le contrata y colabora en la construcción del Hospital Centro Médico Midema, del que es director, jubilándose en 1999, año en el que vuelve a España.
Pertenece a la Academia Médico Quirúrgica Española desde 1978 y es Consejero de Honor de la Institución Fernando el Católico de Zaragoza. Está en posesión de las grandes cruces de Beneficencia (1965), Civil de Sanidad (1970) y al Mérito Civil (1992), y es Comendador de Número de las Órdenes de Isabel la Católica (1968) y de África (1976). Es también Caballero de la Orden Nacional del Leopardo (1970), Oficial de la Orden Nacional del Zaire (1985) y Comendador de la Orden Nacional del Zaire (1994). En 1998 se le impone en Teruel la medalla de oro de la ciudad. La Asamblea General del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos adoptó, por unanimidad, concederle en 1999 la condición de Colegiado de Honor Nacional, con emblema de oro.
Muhammad Yunus (Chittagong, Bangladesh, 1940 - ), estudió Ciencias Económicas en Nueva Delhi y amplió estudios en Estados Unidos con becas de las instituciones Fullbright y Eisenhower y de la Universidad Vanderbilt. Profesor de Economía en la Universidad de Chittagong, en 1976 fundó el Banco de los Pobres (el Grameen Bank), institución sin ánimo de lucro que ha salvado de la miseria a cientos de miles de sus compatriotas. Está considerado como el arquitecto de la revolución del microcrédito. Su banco sólo concede créditos a los más pobres, que se convierten a la vez en accionistas de la entidad y que superan ya los 2,5 millones de personas, de las que el 94 por ciento son mujeres. En el momento de la entrega del Premio Príncipe de Asturias de Concordia 1998, contaba con más de 22.000 empleados que trabajaban en casi 38.000 de las 68.000 aldeas y pueblos del país, con más de un millar de sucursales. El préstamo medio es de 75 dólares y el máximo de 300, con un índice de reembolso del 98 por ciento. El Banco acude a buscar sus clientes y fomenta el autoempleo, agrupándolos en pequeños grupos, con un sistema que es aplicado ya en más de 50 países. En palabras de Yunus, el sistema supone "decir adiós al apartheid financiero. Declaramos que el crédito es algo más que un negocio que, como la alimentación, es un derecho del hombre". "La pobreza no tiene sitio en una sociedad humana civilizada, sino en los museos". Yunus ha sido nombrado "doctor honoris" causa por más de veintiún universidades de todo el mundo y ha recibido una veintena de premios, como el Ramón Masagay (Filipinas), el Aga Khan de Arquitectura (Suiza), Pfeffer de la Paz, Fundación Mundial para la Alimentación y Fundación Gleitsman (todas en Estados Unidos), Simón Bolívar (Unesco), Hombre de la Paz (Italia), etc. En los últimos 20 años se estima que el Banco Graeme ha prestado más de dos mil millones de euros a tres millones y medio de pobres.
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