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Estación Espacial Internacional Premio Príncipe de Asturias Cooperación Internacional 2001
La Estación Espacial Internacional es tal vez el paso más importante que ha dado la Humanidad para la conquista del espacio y la investigación científica fuera de la Tierra. Es además un símbolo de las posibilidades que tiene para el futuro el desarrollo de la capacidad tecnológica, los avances científicos y la cooperación pacífica entre los pueblos. Se trata del primer gran proyecto internacional de investigación espacial y de ingeniería que implica a cinco agencias espaciales -la estadounidense (NASA), la rusa (RSA), la europea (ESA), la japonesa (JAXA) y la canadiense (CSA)- y a una veintena de países -entre ellos España- que aportan piezas y tecnología. El objetivo de este proyecto es crear un laboratorio en la órbita terrestre para que científicos, astronautas y cosmonautas de todo el mundo trabajen conjuntamente en la realización de experimentos destinados a contribuir al progreso de la humanidad y que no se pueden llevar a cabo en la tierra. Se trata además de la primera estación espacial que se realiza a través de la cooperación de varios países -las siete anteriores fueron financiadas en su totalidad por la Unión Soviética o por los EE.UU.- para el provecho de todo el planeta.
La propuesta destaca que esta aventura "ha contribuido ya, y seguirá contribuyendo, de forma ejemplar y relevante al mutuo conocimiento, al progreso y la fraternidad entre los pueblos (...) dando cumplimiento a los principios recogidos en el Tratado del Espacio de 1967 de llevar a cabo la exploración y utilización del espacio ultraterrestre para el beneficio de la Humanidad entera y de cooperación internacional en las investigaciones científicas que en él se realicen". El futuro -dice la propuesta- "se caracterizará porque nuestra civilización deberá de acostumbrarse a realizar muchos grandes proyectos a través de amplias cooperaciones internacionales que le permitan enfrentarse a su incierto futuro", considerando a la EEI como "el primero de estos colosales proyectos".
Su construcción comenzó en el año 1998 y, aunque ya está funcionando con normalidad, no está concluida. Pesará entonces cerca de 500 toneladas, será aún más visible que ahora desde la superficie del planeta y, a 450 kilómetros de altura, dará una vuelta a la tierra cada 90 minutos. La Estación Espacial Internacional está formada por un gran complejo de 108 metros de longitud por 74 metros de anchura, que proporciona un espacio presurizado aprovechable de 1.200 metros cúbicos, en el que se ubican varios laboratorios equipados con la más avanzada tecnología y una vivienda para los astronautas y cosmonautas que se irán alternando en ella hasta el año 2020, cuando termina la vida útil de la estación. En su construcción han trabajo cerca de 20.000 ingenieros estadounidenses, rusos, japoneses, de varios países europeos, así como canadienses, brasileños y de otras nacionalidades.
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